25 de junio de 2009

Capitulo Septimo. Perfumes.

La otra noche entre máscaras y risas, por un momento nuestras miradas se cruzaron y, estuvimos tan cerca el uno del otro que, casi pudiste olerme.

14 de junio de 2009

Capítulo Sexto. Remordimiento



Una conversación apenas de 30 minutos por el msn tuvo como reacción una cita.
Llegó.
Alto, corpulento, atractivo.
Nerviosa, no paré de reír.
Tranquila, no paré de reír.
Hizo que me riera y mucho, algo que debido a los acontecimientos de los últimos meses, es de agradecer.
Hizo una breve descripción sobre sus gustos y aficiones y llegado mi turno, preferí callar.
¿Que iba a hacer? ¿Contarle que una noche se fue sin más? ¿Decirle que estando allí con él me sentía como si le fuera infiel? ¿Que aún no lo he superado?
Y en un momento, mientras caminabamos por las calles vacías, su mano rozó la mía y un extraño ardor me recorrió el cuerpo.
Pero no, no era deseo lo que sentí, era el fuego del remordimiento lo que me hizo dar un saltito y apartarme lo necesario para no volver a tener contacto físico.
-¿Remordimientos, por qué? El ya me había olvidado mucho antes de abandonarme- pensé.
Y si, reconozco que hubo un momento en que quise besarlo.
Realmente lo quería.
Quería otros labios rozando los míos, pero, otra vez nerviosa, empecé a reír como una tonta.
Y cuando sus manos se perdieron entre mi pelo y estuvo tan cerca que pude sentir su aliento en mi piel, simplemente, dije: "No"
Y prometió llamar, pero, no lo hará.

26 de mayo de 2009

Capítulo quinto. Una canción

2 de abril de 2009

Capítulo cuarto .Hundida.



Dejé el trabajo, perdí toda relación con el exterior y poco a poco, me fui hundiendo en los lodos de mi tristeza.
Pasaron semanas en las que el único contacto que tuve con el mundo real era cuando el cartero llamaba para dejarme algún que otro certificado o cuando el repartidor me traía el pedido del supermercado.
Dormía, lloraba, y de vez en cuando comía algo. Pero solo cuando el dolor de mi estómago vacío era mayor que el de mi corazón vacío.
El recuerdo de sus últimas palabras, no hacían más que flagelar mi espíritu una y otra vez, las oía una y otra vez; a veces, eran tan claras que parecía que estaba de nuevo allí, mirando desde la puerta.
Volvía con la única intención de volverme a humillar, de causarme dolor.
Una mañana, después de ducharme encontré en un cajón la camiseta que le regalé en sus cumpleaños.
No se la llevó. No quería que nada que le hiciera recordarme.
La tome entre mis manos como el que coge a un bebé, con miedo a que un movimiento brusco se desvaneciera.
Entre sollozos hundí mi cara en ella y entonces, extrañamente, me sentí excitada.
Su olor recorrió todos mis sentidos y mi cuerpo se estremeció como si lo tuviera frente a mí.
Era su aroma lo que me hacía sentirme así, el recuerdo que me traía.
Cerré los ojos y mi mente dibujó su cuerpo sobre el mío.

30 de marzo de 2009

Capítulo tercero


No recuerdo cuando nos conocíamos, yo diría, que siempre había estado ahí, cerca de mí.
Nuestra historia empezó mal; una noche cualquiera terminamos en su casa; empezamos la relación como nunca se debe de hacer cuando realmente te gusta alguien, de la cama a los sentimientos.
No hubo primera cita, no hubo cenas, cines ni tardes de paseo.
Pasábamos días perdidos en cada pliegue de las sábanas, llegué a conocer hasta el rincón más recóndito de su cuerpo.
Pasó el tiempo, y fuimos avanzando; su cepillo de dientes terminó junto al mío, mi ropa interior mezclada con la suya.
Pasó más tiempo y llegaron las peleas y las reconciliaciones.
Cada discusión, más dolorosa. Cada reconciliación, menos grata.
Siempre conseguí devolvernos la tranquilidad, siempre lo convencía...
Hasta que un día la cuerda se tensó tanto, que terminó por romperse.
Me armé de paciencia, di tiempo, lloré, incluso, llegué suplicar.


Teníamos tantos remiendos, que fue imposible de recuperar.
El momento en el que se marchó:
-Después de la primera vez, se que hubiera pagado lo que sea por follar contigo...
Y se largó, dejándome sucia, sintiéndome utilizada, rota en mil pedazos.
Esa noche marcó el resto de mi vida...
 
Circustancias. Design by Exotic Mommie. Illustraion By DaPino